martes, 13 de marzo de 2012

"Las caricias son esenciales para la supervivencia"


Los seres humanos nacieron príncipes y princesas, a menos que las experiencias infantiles los convenzan de que son ranas.

Informes considerables de investigación indican que el estímulo es una de las necesidades primordiales de los organismos superiores. Basándose en estos hallazgos y en la evidencia clínica, Eric Berne, creador del Análisis Transaccional, formuló los conceptos hambre de estímulos y caricias.

La caricia es una forma especial de estímulo que una persona ofrece a otra. Debido a que son esenciales para la supervivencia de una persona, el intercambio de caricias es una de las actividades más importantes en que pueden comprometerse las personas. Pueden variar desde una caricia física efectiva hasta una alabanza, o un mero reconocimiento. Una caricia, para ser eficaz, debe ser proporcionada a su receptor. Por ejemplo, René Spitz ha mostrado que un niño muy pequeño necesita de la caricia física verdadera para poder sobrevivir. Un contacto íntimo, amoroso y duradero con su madre lo hará un hombre o mujer dotado de una suficiente cantidad de caricias para sentirse seguro y confiado.

La falta de suficientes caricias tiene siempre un efecto perjudicial sobre la persona. Aunque las caricias, sean positivas o negativas, pueden estimular la química corporal de un bebé, se precisan caricias positivas para que las personas se desarrollen emocionalmente sanas con una sensación de “estar bien”. Las caricias positivas, desde las de mantenimiento, como un mínimo “hola”, hasta las de un encuentro profundo de intimidad, son igualmente valiosas.

Cura contra la depresión

La depresión es el resultado del déficit de caricias. La mayoría de las personas que están deprimidos podrán contestar, si se les cuestiona, que están deprimidos porque no tienen amigos, o relaciones amorosas, o porque sus relaciones no son satisfactorias.

Cuando la depresión se manifiesta bajo la forma de síntomas físicos tales como la apatía, insomnio, comer en exceso o pérdida del apetito, ganas de llorar, o ideas suicidas, el individuo deprimido normalmente no identifica superficialmente qué es lo que le hace falta. Sin embargo, en un examen más profundo, podrá ver claramente que su depresión se le quitaría si pudiera obtener una caricia determinada por parte de una persona o personas específicas. Por lo cual, según el Dr. Claude Steiner, el procedimiento que más conviene para la depresión consiste en enseñar a la gente a procurar las caricias que desea.

Diferentes caricias para diferentes personas

La gente necesita saber qué tipo de caricias quiere. Las caricias físicas pueden ser: abrazos, besos, palmaditas, cercanía, tocar, estrechar, mimar. Las físicas pueden ser fuertes o ligeras; pueden ser sexuales, sensuales, o solamente amistosas. Las caricias verbales pueden referirse al físico de la persona: su rostro, su cuerpo, su arreglo personal, su postura, y movimientos; o también a su personalidad: su inteligencia, su amabilidad, sensibilidad, valor, coraje y demás.

La gente tiene necesidades específicas de caricias específicas, pero estas necesidades se mantienen frecuentemente en secreto porque la gente siente vergüenza de necesitar algo y de no ser capaz de conseguirlo. Igual que los que tienen hambre se culpan a sí mismos de ser pobres y no contar con lo necesario para comprar comida, así también los que tienen necesidad de caricias les da vergüenza su necesidad. Por consiguiente, guardan secreto respecto de la naturaleza de las caricias que quieren, y mientras mayor sea el anhelo de ellos, mayor es el secreto que mantienen. Una persona que recibe muchas caricias físicas: abrazos, besos, etc., experimentará poca dificultad en pedirlos.

Las caricias positivas son transacciones complementarias directas, apropiadas y oportunas a la situación. Cuando las caricias son positivas, dejan a la persona sintiéndose bien, aumentan la sensación de bienestar del individuo, confirman su inteligencia y son muy placenteras.

El intercambio de caricias positivas entre los seres humanos crea sentimientos de buena voluntad, de amor y de intimidad.

Luz Elena Villa Velasco.
http://luz-elena-villa-velasco.suite101.net/las-caricias-son-esenciales-para-la-supervivencia-a22800