lunes, 18 de julio de 2011

Un Guerrero Samurái Se Presentó Frente A Un Gran Maestro Y Le Preguntó Dónde Estaban Las Puertas Que Conducían Al Infierno Y Al Cielo.


El maestro se río y contestó: “¿Un samurái, tú? Pareces un mendigo.

El guerrero se sintió herido en su orgullo y desenfundó su espada para matar al maestro, cuando este le dijo:

-Esta es la puerta del infierno.

Inmediatamente el samurái entendió. Puso la espada en su cinto, y el maestro le dijo:

-Y esta es la puerta del cielo.