martes, 8 de febrero de 2011

Estoy Realizando El Proyecto De Mi Familia, No El Mío


“En cada generación, los nuevos miembros de la familia se ven obligados a no ser lo que son (individuos que desarrollan su consciencia, obedeciendo las proposiciones del futuro) y a ser lo que el clan quiere que sean (individuos que obedezcan los límites impuestos por el pasado, sacrificando sus sueños). Los padres así reprimidos provocan en sus hijos un conflicto doloroso: queremos que te realices, que obtengas lo que nosotros no pudimos obtener, pero si así lo haces, vas a destronarnos, a atentar contra los principios del clan. Te hemos amado porque eres como nosotros: si te diferencias dejaremos de amarte.

El/la consultante debe ir, con el rostro pintado de dorado, a visitar a sus padres llevándoles como regalo dos relojes de pulsera (uno de mujer y el otro de hombre), veinte lingotes de oro falsos (que habrá esculpido en yeso) y un contrato manuscrito en papel de tipo pergamino. De pie delante de ellos, les tomará las manos y les dirá con mucho respeto:

-Mamá y papá: os regalo estos relojes para manifestaros el amor que os he tenido todo el tiempo que he vivido. También os entrego a cada uno diez lingotes de oro, en pago de lo mucho que me habéis dado. Y ahora quiero que me firméis este contrato que dice:
Todo lo que hemos enseñado a nuestro hijo/a, por haber sido pagado con oro y con amor, tiene derecho a utilizarlo donde, cuando y como quiera, mejorándolo y enriqueciéndolo con otras enseñanzas y experiencias. Firmado con nuestra sangre: tus padres.


En seguida debe presentarles una pluma estilográfica con tinta roja para que firmen… si ellos estuvieran separados o muertos, el/la consultante realizará el acto con dos amigos (hombre y mujer) o dos terapeutas”.

Alejandro Jodorowsky, “Manual de psicomagia. Consejos para sanar tu vida”. Ed. Siruela.

Plano Creativo.